El Aconcagua es
la montaña más alta de América y la más alta del mundo fuera de las grandes
cordilleras asiáticas del Himalaya. Aunque los grandes colosos de esta parte de
la cordillera de los Andes están situados en la frontera chileno-argentina,
esta gran montaña se encuentra íntegramente en territorio argentino.
A pesar de que
la ruta normal por la cara Noroeste tiene poca dificultad técnica, hay que
acudir a ella, sin embargo, con todo el respeto del mundo, porque puede ser una
trampa mortal para personas insuficientemente aclimatadas o sin la debida
experiencia en el mundo de la alta montaña. Cambios repentinos de meteorología,
temperaturas extremas, permanente deshidratación, falta de oxígeno o vientos
fortísimos, son algunas de las dificultades con las que nos encontramos en esta
expedición.
Mi experiencia
en alta montaña se limitaba a las cumbres más altas del Pirineo y la Península
Ibérica, algunos 5000 en el Ecuador entre los que destaco el segundo volcán
activo más alto del mundo, el Cotopaxi de 5 895m y la cumbre más alta de África,
el Kilimanjaro de 5897m. Para esta expedición y teniendo en cuenta mi
experiencia, debía contar con un guía de
confianza, Xavi Llongueras, y que ya conociera el terreno. Llongueras había
subido en varias ocasiones el Centinela de Piedra, como también llaman al
Aconcagua. Además pude contar con los sabios consejos y material de altura de
mi buen amigo Ferran Latorre, una de las figuras mundiales del himalayismo y
protagonista de uno de los programas más destacados de persiguetussueños.com de
GAES.
Dentro de los
proyectos anuales que tiene Gaes Solidaria con el BBVA existía el interés de
organizar una donación a través de una entidad solidaria en Argentina, fue así
como se contactó con la Fundación PUPI, que impulsa el desarrollo de los
sectores más vulnerables de la sociedad prestando especial atención a la infancia.
Aprovechando mi reto personal para intentar hacer cima en el Aconcagua se me
pidió hacer difusión de esta acción solidaria.
La acción
“Cada paso una ilusión” consistía en donar 1 euro por cada 2 metros de
ascensión, totalizando 3.500€ por los
casi 7.000 metros que tiene la cumbre del Aconcagua. Los 3.500 euros se
destinarán a alimentos no perecederos para que la Fundación pueda repartirlos
entre los niños y mujeres embarazadas que concurren día a día al centro. La
Fundación fue fundada en 2011 por el reconocido jugador de fútbol Javier “Pupi”
Zanetti
El
ascenso al Aconcagua por la cara Noroeste requiere un mínimo de 3 semanas para
poder aclimatar bien y tener unos días de margen para poder hacer cima el día
que la meteorología aconseje.
Una buena
aclimatación en altura es muy importante para evitar el Mal Agudo de Montaña
(MAM), que es la molestia principal que aqueja a la mayoría de los recién
llegados a las grandes alturas. La
Himalayan Rescue Association recomienda
un día de aclimatación, que incluya la noche previa y la subsiguiente,
por cada 600 metros ganados a la altura de reposo, o sea, la altura en la que
se va a dormir. Para disfrutar de una buena ascensión sin poner en riesgo
nuestra vida o la de los compañeros es importante reconocer bien los síntomas
de MAM y aprender a darles importancia cuando se presenten.
Las temperaturas en el Aconcagua deben ser muy
tenidas en cuenta por todo aquel que pretenda ascender la montaña, ya que es
frecuente encontrar -25 grados por encima de los 5.000 m, aunque en el
campamento base a 4.200m podemos estar
con ropa más ligera. Además hay vientos que muchas veces superan los 100 km por
hora, obligándonos a protegernos de él y tratar de amarrar la tienda lo mejor
posible para que no se la lleve.
Después de
varios porteos de material desde el Campo Base en Plaza Mulas, una vez instalado el campo 1 a 5300m en un
lugar llamado cambio de pendiente y preparado el campo 2 en Cólera a casi
6.000m podemos empezar a programar el ataque a la cima del Aconcagua, a 6960m.
Todo estará pendiente de las condiciones meteorológicas que indican una bajada
del viento durante 48 horas, es en estas fechas a inicio de temporada cuando
las condiciones climatológicas son muy adversas, prueba de ello es que
probablemente seamos uno de los primeros en coronar la cima esta temporada, el
frío extremo y un viento habitual sobre 80 km/ hora en esta época hacen imposible cualquier intento.
9 horas de
ascenso en condiciones duras de viento, temperaturas de menos 15/20 grados
habituales a esa altura y la falta de oxígeno supusieron un desgaste brutal
durante toda la jornada, pero gracias al apoyo y profesionalidad de mis compañeros
Xavi Llongueras y Javier Gutierrez hicimos cima en el Aconcagua a las 15.30pm
aprox, más tarde del programa previsto a causa del desgaste sufrido a partir de
los 6.500m, que supuso que la meteorología, muy favorable a lo largo de la
mañana, se estropeara dando lugar a un cambio brusco de tiempo
que provocó bajada de las temperaturas, niebla intensa y alguna nevada.
El descenso al
campo de altura 2, situado en Cólera, a 5.980m fue rápido y sin problemas a
pesar del cambio en la meteo.
“Cada paso una
ilusión”, una experiencia personal y solidaria dura pero que ha merecido la
pena, sobretodo sabiendo que gracias a ella muchas familias serán un poco más
felices.
Antonio Gasso
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